La paz. ¿Qué es la paz? Las primeras entradas en el diccionario, detallan que la paz es una situación o relación mutua de aquellos que no están en guerra. Un sosiego y buena correspondencia de unas personas con otras (ya puede ser entre vecinos, miembros de una familia o gobernantes de diferentes Estados). La paz es un genio pacífico, sosegado y apacible.
¿Podemos considerar nuestro mundo un lugar pacifico? Depende. Depende del lugar del mundo del que estemos hablando. No podemos hacer comparaciones de Francia (por poner un ejemplo) con Afganistán (por poner otro). La primera diferencia, es que el primer Estado mencionado pertenece al primer mundo, y que el segundo, bueno… pertenece a otro muy distinto. No nos bastaba con catalogar a las personas según su nivel económico, también teníamos que hacerlo con países, dividiendo así el planeta en diferentes mundos. Mundos muy diferentes entre ellos, y que están muy lejos entre sí. Todas las naciones son diferentes ya que las culturas, tradiciones y religiones las diferencian entre sí, un factor en mi opinión, muy bueno ya que la diversidad siempre ha sido para mí, un sinónimo de riqueza cultural en un mundo que si fuera igual, no sería lo mismo. Pero una vez más insisto, en que el principal valor diferenciador entre naciones es su riqueza y eso nos ha obligado a dividir el planeta de países ricos, y países pobres. ¿Qué tiene que ver entonces, la división del mundo actual con la paz? Todo tiene que ver, mejor dicho… nada tiene que ver.
No es comparable el numero de guerras entre naciones de primera clase, con los conflictos entre países mas subdesarrollados (también hay que tener en cuenta el numero de naciones del primer mundo involucradas en conflictos bélicos con naciones pobres, sin fuerzas para defenderse con la suficiente eficacia).
Cuando los países del primer mundo entran en guerra, a causa de las influencias y amistades (económicas todas) todas las naciones se suman en el conflicto y se desata literalmente el infierno en la tierra (véase la Primera y la Segunda Guerra Mundial). También hay que tener en cuenta su nivel económico y militar. No se puede comparar un conflicto de tanques y aviones, con una guerra civil de machetes y un par de fusiles. Cuando los países lejanos (que sabemos ubicar en el mundo sólo gracias a los mapas que ponen en los tele-noticias) entran en guerra, es sólo un conflicto más que vemos por la televisión.
Los países del tercer mundo, a consecuencia de sus escasos niveles económicos, no tienen influencias sobre otros países (otro de los factores que nos diferencia), púes, cuando estos entran en guerra suele ser por cuestiones territoriales, religiosas o de otro ámbito. Otra clase de conflictos que caracteriza estas naciones, son las guerras civiles provocadas por la inestabilidad interna, causada por la ausencia de una buena estructura gubernamental. Esta buena estructura es inexistente por la ausencia del dinero. Sin dinero, no hay gobierno capaz de construir un país, si no hay gobierno hay caos, si hay caos hay guerra, una guerra liderada por cabecillas que sólo ansían el poder dividiendo así el país y sumiéndolo en la anarquía. Finalmente, estos países olvidados se caracterizan por un tercer factor:
Es muy curioso, observar como los países más pobres, son los que más riquezas naturales tienen (minerales, combustibles…). Estos países, la mayoría ya en este estado caótico mencionado anteriormente, son el objetivo de las primeras potencias, que al ver su desgracia, deciden intervenir ‘para ayudar a estos vecinos desamparados en la desgracia’. Lo que hoy en día sabemos todos, es que tras este abrazo amistoso del vecino del norte preocupado, hay una mano oscura que se adentra en el bolsillo de los inocentes países subdesarrollados.
Concluyo púes, que muchas de las guerras que marcan el mundo de hoy, son provocadas por ejércitos bien armados y entrenados, que bajo una bandera de libertad y de ayuda hacia las caóticas situaciones de la pobreza, son en realidad mercenarios enviados por mentes codiciosas en busca de más riqueza que explotar. Vivimos en un mundo, no sólo dividido por el color de la piel, la diversidad de las ideas (sean religiosas o políticas) o de las culturas. Vivimos sobretodo en un mundo dividido por el dinero, y por las acciones humanas que se realizan para conseguirlo. Al pensar esto me viene una imagen en la cabeza: Todos sabemos la típica situación en un colegio, en que un matón grandullón, agrede y le roba el bocadillo al pobre niño indefenso mientras los demás ríen. Esta situación es 100% comparable a nuestro mundo, atad cabos. ¿Quién es en realidad el matón, y quién es el indefenso en este mundo? Y otra pregunta… ¿Quiénes son los que forman un circulo, ríen o ven asustados la situación sin intervenir? Creo que es bastante obvio.
-Jaume Sendra