Star Wars reventó la taquilla las pasadas navidades convirtiéndose en la tercera película más taquillera de la historia (tan sólo superada por Titanic y Avatar). Pero lo cierto es que la cinta ha dividido a los fans con su más que obvia ‘inspiración’ en el Episodio IV y su narrativa descuidada. Y aunque en la superficie pueda parecer entretenida y bien hecha, esta película es un desastre, veamos por qué. La acción arranca décadas después de la caída del Imperio Galáctico en El Retorno del Jedi. Una organización llamada La Primera Orden, que pretende devolver la gloria al Imperio, persigue a un robot llamado BB-8 que transporta un mapa que los conducirá hasta el paradero del maestro jedi Luke Skywalker. El robot es enviado a un planeta desértico llamado Jakku, donde conocerá a una joven chatarrera, Rey, que lo protegerá. ¿Os suena de algo? Sí, es exactamente igual al inicio de la película original, hasta el punto de que George Lucas podría ganar en un hipotético juicio por plagio contra el director, J.J. Abrams. Y ojo, porque la copia descarada no termina aquí: Rey es huérfana y sensible con la fuerza, se le otorga el antiguo sable de Anakin-Luke, hay una nueva estrella de la muerte que -spoiler- es volada por los aires, un hombre mayor que ejerce de mentor sobre la protagonista se sacrifica heroicamente… Y podría seguir. El principal y mayor defecto de la película es que no es imaginativa, juega tan sobre seguro que se contenta con explicar la misma historia que todos conocemos y amamos, pero peor. Hace meses, antes del estreno, escribí un artículo en el que señalaba que la mayor lacra de Star Wars eran sus fans y la necesidad de satisfacerlos -causando así que no se arriesguen en contar historias oscuras, maduras y/o arriesgadas-, pero nunca imaginé que la película sería un completo reciclaje del Episodio IV. Por esta razón los fans ‘casuales’ de la franquicia salieron satisfechos del cine, ya que les recordó a la película original, mientras los más exigentes y atentos salimos decepcionadísimos con la falta de originalidad y esfuerzo. Hablemos de los personajes por un momento. No sería descabellado decir que Rey es la nueva ‘Mary Sue’ de Disney: pelea mejor que todo el mundo, es mejor ingeniero y piloto que el propio Han Solo, aprende los caminos de la Fuerza en un máster de 30 minutos -SPOILER- para poco después apalizar a Kylo Ren, que aún siendo un aprendiz es un Lord Sith. El resultado de esta pelea final es un golpe en la entrepierna al cánon de toda la saga: para poder enfrentarse a un Lord Sith eran necesarias décadas de entrenamiento en las artes jedi. Finn, por su parte, es el único elemento completamente original y único que he podido encontrar en la trama. Su historia como soldado de la Primera Orden, reclutado desde niño para servir y matar a inocentes, que posteriormente se arrepiente de sus actos para unirse a la rebelión, es refrescante, algo nunca visto en la saga (cinematográfica). Pero su arco como personaje está desaprovechado y el personaje, relegado a un rol cómico durante la mayor parte de la película. Además, posteriormente le vemos matar a sus antiguos compañeros sin el más mínimo sentimiento de duda. Una de dos: o Finn es realmente un sociópata o nos encontramos ante otro caso de disonancia narrativa usada por Disney para transmitir sus ideales americanos tradicionalistas. Y hay varios más de estos detalles ‘Disney’ en la película. Por ejemplo, el sable láser de Kylo Ren es una cruz invertida, símbolo del demonio. Al final de la película, -spolier- cuando Finn se encuentra en coma debido a la herida que le inflingió Kylo, Rey le da un beso en la frente, suprimiendo toda posibilidad de inuendo o tensión sexual, como la que tuvimos entre Han Solo y Leia en la genial trilogía original, por una moralidad virgen e inocente. Pero el caso más flagrante de todos es en el discurso imperial de la Primera Orden. La escena tiene lugar en una gran plaza con banderas rojas imperiales y generales discursando. Tanto el tono como la simbología recuerda totalmente a la Alemania nazi (de hecho, George Lucas declaró que se inspiró en el Tercer Reich para diseñar el imperio). Pero en terminar el discurso los soldados hacen el saludo comunista (puño izquierdo cerrado en alza). ¿Cómo se explica esto? [caption id="attachment_2344" align="aligncenter" width="475"]Ni siquiera la aparición de los clásicos ayuda. Ni siquiera la aparición de los clásicos ayuda.[/caption] Kylo Ren es patético. Siento ser tan directo, pero es una lástima que en la primera parte de la trilogía ya le hayamos perdido el respeto para siempre. A diferencia del papel de Vader -al que intentan emular- en la trilogía original, en tan solo una película ya lo sabemos todo sobre él: su identidad, sus motivaciones, su conflicto interno… Además, quizás nunca debería haberse quitado la máscara. No tengo nada en contra de Adam Driver, no me parece mal actor, pero el aspecto que le han puesto (imberve y con cabello largo recogido, accentuando su enorme napia) contribuye a que ya nos de igual cómo de oscuras sean las cosas que el chaval haga en las próximas películas, ya que no nos lo vamos a poder tomar en serio. Han Solo estuvo decente, aunque se hace extraño que tantos años después, y tras lo que vivió, haya regresado a su vida de camorrista. Debo reconocer que, con todo, la primera vez que lo volví a ver junto a Chewbacca me sacó una sonrisa. -SPOILERS- Pero su muerte a manos de su hijo, Kylo Ren, se antoja forzada e innecesaria, pues no aporta absolutamente nada al desarrollo de la trama general, y el propósito de su sacrificio (hacer que el chaval regrese a casa) no se ve cumplido, nulificando el impacto de la escena. Da la impresión de que es algo que han puesto ahí para que no pensemos que en esta cinta no ha sucedido nada importante, para que gane algo de relevancia a nuestros ojos como la película en la que murió Han Solo. Leia tampoco tiene mucho peso, y más allá del impacto al ver que Carrie Fisher se ha hecho mayor, resulta irrelevante. R2-D2 y C3PO aparecen de nuevo para satisfacer a los fans, pero no hacen nada digno de mención. Termino hablando de Poe Dameron, el mejor piloto de la nueva Alianza Rebelde (nombrada estúpidamente ‘La Resistencia’). Se trata de un personaje divertido e interesante que puede dar para mucho, pero, una vez más, a penas se le da uso en The Force Awakens. Solo falta esperar para ver si nuevos directores y guionistas son capaces de infundir algo más de imaginación y ganas en las secuelas. De la cinematografía sí que puedo -y quiero- soltar algunos elogios. El ritmo de la película es vertiginoso: J.J. Abrams ha cumplido a rajatabla el estilo ‘faster and more intense’ que un joven George Lucas puso en la primera película de la saga, aunque podría decirse que el desarrollo de los personajes y de la trama se resienten por ello. Es de agradecer que se hayan decidido por usar efectos prácticos -escenarios, marionetas…- en vez del abuso de animación por ordenador que tuvimos que sufrir en las precuelas. El uso del contraste de colores es bestial, algo que destaca mucho en los impactantes primeros minutos de metraje (cuando parecía que la película iba a ser una genialidad). La música, por su parte, es muy poco imaginativa. Es una lástima ver que John Williams se encuentra ya anciano e incapaz de hacer algo como lo que hizo para la trilogía original o para las precuelas (que, por mucho que las odiemos, hay que admitir que su musicalización es sublime). Encontramos de esta forma una banda sonora que reedita algunas de las canciones míticas, y poco más. Las nuevas composiciones caen en el campo de lo genérico, y no puedo recordar una sola pieza memorable en toda la película. De este modo choca ver cómo esta banda sonora ha recibido una nominación a los Oscar, así como que la crítica especializada haya sido tan comprensiva, con la película en cuestión. Afortunadamente, en esta web no hemos puesto publicidad de la película y por lo tanto no recibo limitación alguna a la hora de escribir lo que realmente pienso sobre ella. Las actuaciones fueron buenas. Sin más. Nada memorable. Solo buenas. ¿Es The Force Awakens peor que las precuelas? Cuando debatí con mi padre sobre nuestras impresiones, me dijo que ”esta película había hecho buenas a las precuelas”. Estoy de acuerdo con él, pero sólo en el sentido argumental y narrativo. Como película en sí The Force Awakens está mejor cuidada, no tiene los mismos errores de guión y no se va por las ramas con subtramas políticas ni historias de amor entre jóvenes que no pegan ni con cola. Pero cuando uno ve las precuelas, con sus altos y sus bajos, se da cuenta de que sí que es la historia que su creador original quería contar. Había mimo e interés en presentar nuevos planetas, especies, personajes, situaciones. En cambio, en esta película se han contentado con recrear la atmósfera visual de la trilogía original, pues sabían que eso triunfaría como la Coca-Cola en taquilla. Las dos trilogías formaban un círculo, la historia de Anakin Skywalker-Darth Vader, que finalmente cumple su destino acabando con el Emperador, destruyendo al Imperio y devolviendo el equilibrio a la Fuerza. En cambio, esta película hace que el final de El Retorno del Jedi no haya servido para nada, ya que la situación de la galaxia es exactamente la misma que había en la trilogía original. Volvamos a la pregunta: ¿Es la peor película de Star Wars? En conjunto yo diría que no. El diálogo y romance de El Ataque de los Clones es difícil que superar, aunque sí que es la que menos aporta al universo. Se trata, en líneas generales, de una película para pasar un rato en el cine tragando palomitas, que te puede parecer muy entretenida si es la primera vez que ves una película de Star Wars o no eres muy exigente con el cánon y la narrativa. Pero a nivel argumental es una bazofia que escupe en las películas originales y que no trae absolutamente nada nuevo bajo la mesa. Es un producto creado por Disney para ganar una millonada, y la han conseguido, pero que indudablemente ha dejado un muy mal sabor de boca en muchísimos fans de aquella galaxia muy, muy lejana… two-out-of-five-stars

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