Este año, la vida ha querido llevarme lejos en unas fechas en las que coincide de pleno mi queridísimo festival Rototom Sunsplash. Es bastante probable que la tradición con la que llevo cumpliendo gustosamente desde 2011, este año se vea interrumpida, pero me aseguraré que solo ocurra este año.

Así pues, enmedio de la “oscuridad” referente al festival, apareció un rayo de luz llamado Opening Party, lo que viene siendo una especie de inauguración, que dio la tremendísima casualidad de caer en mi cumpleaños.

Cosas que le regala a uno el cosmos.

Dado que el espectáculo no empezaba hasta las 11, Adri y yo estuvimos mirándonos por última vez el nuevo disco de Alex Bass (Bassically, 2017) hasta que casi nos pilla el toro.

Después de vernos troleados por el servicio de metro de Barcelona (que es absurdamente patético en muchas ocasiones) llegamos allí con 5 minutos de margen. Entramos, nos montamos un bocadillo (ya know) y esperamos a que empezara el show, con su respectivo retraso común asumido.

Cuando Alex Bass salió al escenario reafirmó su posición en el mundo del reggae de Barcelona de forma muy elegante, por si todavía quedaba alguna duda al respecto.

The Same Song Band también demostraron aquél día su presencia en la música. Era divertido ver a Adri en plan fanboy 100% gozándose el concierto, mientras yo estaba a tope haciendo fotos y flipando con el nuevo material de mi colega badalonense.

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Para mí todo era nuevo dado que había evitado en todo lo posible escuchar cualquier cosa de dicho nuevo disco hasta ese momento. Conociendo a Alex y su estilo, a decir verdad me esperaba algo bastante más comercial, pero parece que sigue por el buen camino del New Roots, y que así siga.

Algo que me sorprendió fue que en la Apolo 1 haya luz blanca. Creí que eso se limitaba a las leyendas de antaño que corren por esas paredes. Claro que visto lo visto, mejor aprovecharlas.

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Siguió el concierto tranquilamente a ritmo de reggae hasta que llegó el momento de comernos el bocadillo que os mencioné antes.

Entonces, después de unas breves palabras de agradecimiento por parte de Alex Bass, presentó a otra de las grandes promesas del reggae de Barcelona, Guillem Simó, también conocido como Adala. Adri, que es quizá uno de sus mayores fans, que se conoce cada letra y cada coma, se percató de que lo que estaba cantando todavía no había sido publicado, así dándonos cuenta que estábamos ante algo inédito por el momento.

Esto no hacía más que mejorar por momentos. Y entonces, otras pocas palabras de Alex Bass, un tema más, y se terminó el concierto.

Brutal.

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Salimos fuera de la sala un ratillo, después de que nos marcaran con el respectivo sello en el que pone “Sucedió *** querer” o algo parecido. Allí fuera me topé con Alba, una colega del Rototom del año pasado que parece que se ha quedado en Barcelona ya para siempre, pero estaban a punto de empezar Mungo’s Hi Fi y había que volver a la sala.

De verdad que no sé lo que tocaron pero era un trance completo y absoluto. Mi cabeza estaba en las nubes y sólo me sentía a mi mismo.

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No sé si conocéis la escena de fiesta y lluvia de una de las tres películas de Matrix, cuando están en Zion y aquello parece una discoteca clandestina que flipas, pues me vi envuelto en aquél asunto en cosa de segundos. De hecho ni me di cuenta. Claro que habría que cambiar el techno por un dub que atrapaba a cualquiera y a Neo y Trinity dejarles a parte y a su rollo dentro de la peli sin molestarles demasiado.

Fuimos a marcarnos otro bocadillo y entre bocado y bocado nos encontramos con nuestro gran colega Simon, que estaba por allí de fiesta también. Como no podía ser de otra forma, nos quedamos los tres ahí, de Jah Rastafar I en Jah Rastafar I. La gente que conoce a Simon sabe de lo que hablo.

Cuando el concierto se me empezó a alargar demasiado decidí volverme a casa, aunque dejé a Adri ahí de fiesta, no iba a ser yo quien se lo impidiera estando él a dos días de cumplir sus 20 años.

Llegué sobre las 3:15, me senté en la cama y a la mañana siguiente me desperté sin saber donde estaba ni en qué año vivo. Ahí lo dejo. Esas son las buenas fiestas.

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