Ante todas las críticas que puede que se dejen ver a raíz de este artículo, decir que no tengo nada en contra de la canción, lo tengo todo en contra de la cantante, Netta y el país al que representa.
Me entristece. Me entristece profundamente que Israel haya ganado Eurovisión 2018. Ha ganado Eurovisión la representante de un país que lleva sometiendo a un pueblo desde hace 70 años. Justo ahora que se celebran los 70 años de ocupación, esta victoria en el certamen musical más politizado del año (aunque a muchos les cueste reconocerlo) les va a venir de perlas para tener publicidad gratuita, y fácil, que silencien estas 7 décadas de asesinatos.
Ganó una cantante que entró voluntariamente en el ejército de Israel (sí, el servicio es obligatorio, pero repito que ella entró voluntariamente en el ejército) y puede que participara (no se sabe con seguridad si estuvo destinada) en las ofensivas de 2014, en las que murieron 2310 inocentes incluyendo a médicos y periodistas.
Ganó una canción feminista mientras en la prisión de (inserte aquí el nombre) se tortura sin compasión a una chica de 17 años (menor de edad) llamada Ahed Tamimi por darle un bofetón en la cara a un soldado israelí después de que otro le disparó un tiro a la cabeza de su primo cuando estaban jugando en el patio de su casa. Y la trataron de terrorista. Por pegar una bofetada.
Ganó una canción “luchadora” cuando miles de palestinos tienen que dejar su trabajo en los olivos porque los soldados les impiden ganar el poco dinero que pueden ganar con ese duro trabajo para subsistir.
Ganó la representante de un pueblo cuyo 80% de la población está de acuerdo con que cuantos más palestinos mueran, mejor, porque son una lacra que ocupan un territorio que les fue concedido por la gracia de dios.
Ganó un estado en el que cuando se juzga a un habitante de Israel por un crimen relacionado con la causa palestina, sólo el 3% son culpables a ojos de la ley, mientras que cuando se juzga a un habitante de Palestina por lo mismo, el 80% son culpables judicialmente.
Ganó un estado cuyos representantes responden a la pregunta de “¿Por qué tanta masacre?” con un “No podemos meter a tanta gente en prisión“.
Ganó un estado que combate con armas mientras el supuesto enemigo se defiende con piedras, y se defiende gente joven (otro argumento que usan en Israel es que usan a los críos como escudo humano) porque sus padres están la mayoría lisiados por ofensivas anteriores, si no muertos, asesinados por francotiradores de Israel. Para ellos todo palestino es un terrorista en potencia.
Ganó un estado que el mismo día que se celebraba el festival, bombardeaba Gaza, y al día siguiente asesinaron a 58 palestinos que se defendían de francotiradores con piedras (vaya, qué sorpresa), mientras que ningún soldado de Israel fue abatido, en unas protestas contra el traslado de la embajada de EUA de Tel Aviv a Jerusalén (esto ya os lo explicamos en la segunda parte del artículo).
Ganó un estado que ni siquiera forma parte de Europa, pero qué más da, si total es un producto suyo y de sus políticas.
Ganó un estado que fue creado para compensar un holocausto, y que ahora han montado el suyo propio, pero sin cámaras de gas, y con el apoyo absoluto de la potencia mundial más importante, el impartidor de justicia suprema llamado Estados Unidos de América y, después de lo ocurrido en esta gala, también con el soporte de toda Europa. Paren el mundo, porque yo ya he visto suficiente.
Pero eh, que la canción mola, y el que diga lo contrario es un antisemita de mierda que odia a los judíos.
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Ah, casi se me olvida, Esppaña quedó vigesimotercera (23ª para los que dicen que la defensa que ejerce Israel es proporcional lo entiendan), que lástima.