Autor: Guillermo Meriño

El día en que me planteé escribir este artículo no me imaginé lo realmente complicado que es saber quién era Jacob Miller, no me refiero a saber que era un cantante de reggae que estuvo en la mítica banda Inner Circle o que murió en un accidente de coche a los 27 años, antes de poder presentarse con esa leyenda que ha opacado a todos los demás: Bob Marley.

Poco más encuentras en los medios más inmediatos, y claro el lector puede pensar cosas como ¿Por qué no buscas en lugares más especializados? Y tiene razón podría haberlo hecho, pero cuando me topé con tanta dificultad para encontrar información sobre este autor, incluso en libros que solo hablan de reggae, solo pude preguntarme una cosa: el por qué de esta situación. Si Jacob Miller no hubiera sido un músico trascendente para el reggae lo habría dejado en una respuesta tal como que no se puede plasmar a cada músico en los libros de historia, pero si realmente eso hubiera pasado ni siquiera me hubiera planteado escribir este artículo.

De hecho quería escribir el articulo y tenerlo listo antes del concierto de Inner Circle del anterior 10 de julio pero como escritor tengo un problema, este es que necesito hacerme una idea general de lo que voy a escribir, no puedo solo soltar datos y nada más, me parece insulso, mis artículos son de reflexión, quien se interese por el tema buscará la información por sí solo.

Entonces ya te aviso a ti lector que explicaré más bien poco sobre Jacob Miller, aun así y basándonos en el nombre del artículo soltaré algunos datos como por ejemplo que este hombre llegó a ser más famoso que Bob Marley en la isla de Jamaica, que fue uno de los primeros como otros nombres célebres en introducir en la música reggae temáticas de lucha social y espiritual, o que explotó un género llamado estilo rocker, que llegó a ser muy popular en la isla así como fuera de ella y con una gran carga de energía, más agresivo que sus antecesores. Es muy importante este papel de rastaman de Jacob que con otros grandes como Gregory Isaacs colocarían conceptos como la vuelta a Etiopia o la decadente Babilonia en el vocabulario mundial.

Me sorprendió demasiado que un músico muerto a los 27 años no haya sido explotado comercialmente, pero más aún me sorprende que una de las voces más maravillosas del reggae apenas sea conocida. Salvo para los sibaritas de este género su conocimiento es casi inexistente. La voz de Miller es especial, cuando lo escuché por primera vez pensé “¿Cómo puede ser? Tiene potencia, intensidad, te comunica sin necesidad de atender a la letra y la versatilidad de la cual goza sin duda lo convierte en un titán del género”. Para entender su olvido tenemos que comprender la realidad del reggae. Perdón, me equivoco, la realidad de la música.

Lo anterior viene, no a una verdad trascendente que al fijarnos nos vendrá como una revelación, no, nada de eso, me refiero al mercado musical, sus engranajes. El arte es caprichoso, sin duda, pero es un capricho europeo, no se me malinterprete, no estoy haciendo apología a la supremacía blanca. Lo que quiero plasmar aquí es que el arte tal y como lo conocemos es un invento del romanticismo europeo, no quiere decir esto que no existiera antes las expresiones artísticas o que no estuvieran en otras culturas si no que la manera la cual lo entendemos nos viene de un pensamiento europeo del siglo XIX.

Para entenderlo más fácil daré algún ejemplo, el hecho de que en un museo se exponga una figura y esta tenga un lugar especial pero sin tener ningún significado ritual religioso o utilidad es una de estas maneras de definir el arte, el concepto del icono o del artista como genio solitario, todo eso son habladurías de blancos que les sobraba demasiado tiempo libre. Esos que se decían sensibles del arte le gustaron a la parte que era insensible pero rica, detrás de cada discurso surgía interés, detrás de cada interés el dinero fluía. Especulación le llaman, la causa de la inflación de los precios, el mercado musical como se entenderá no está aislado.

Es curioso que la música negra haya tenido que tener exponentes blancos para llegar a las masas, me parece ridículo que Elvis sea el rey del rock’n roll ¿Dónde coño queda Chuck Berry? Si detrás de cada canción de rock’n roll hay una versión de alguna canción de Berry, o cosas como que Eric Clapton y su generación hicieran el blues popular fuera del ambiente negro, incluso que el revival del soul lo trajera una cantante blanca como es Amy Winehouse. A estos tres artistas los adoro, han hecho un buen papel, han estado a la altura, pero la música negra es negra y la cultivan mejor los negros que cualquiera, igual que el gitano cultiva el flamenco como nadie, es una cuestión de modo de vida.

Bob Marley no era blanco, no hacía falta decirlo verdad, aun así tuvo patronazgo blanco al igual que Jimi Hendrix, solo pudieron triunfar internacionalmente desde otro país que no era el suyo, en la Gran Bretaña. Lo de Hendrix fue por racismo puro y duro, lo de Marley fue porque estaba en un país que no tenía los medios para su difusión internacional. Si señores concluimos de esto que es el blanco quien tiene los medios de difusión cultural, así como los de información, llegan hasta nosotros las consecuencias del colonialismo.
El rastafarismo y el reggae con mensaje surgen de las luchas anticoloniales, no es lugar para explicar esta historia, lo que sí se puede decir es que los jamaicanos estaban muy atentos a lo que pasaba unos kilómetros más arriba, en las luchas que libraban sus hermanos negros en

Estados Unidos, con especial atención a Malcolm X y las panteras negras mencionados en variedad de temas reggae. El panafricanismo fue un Boom, la conciencia negra se comenzó a desplegar sin ver fronteras, parecía que despertaba el león, pero que poco duró el sueño, las discográficas pronto hicieron lo que quisieron. A las discográficas les interesaba como es natural hacer dinero, los músicos hacen música, las discográficas, dinero, eso lo tienen claro todos los artistas. La discográfica busca un artista que gusté independiente de todo, inclusive que el mensaje del músico sea contrario a las ideas o a la política de su empresa. En el afán de vender se crean enfrentamientos, se eliminan competidores o se hace lo que sea solo para seguir gustando. Marley fue una gran apuesta y vaya si salió bien, puedes ver camisetas suyas en muchas tiendes de suvenires justo al lado de la camiseta del Che, el mensaje de Marley llego al mundo pero el capital ya lo había succionado. Lo que hace que Jacob Miller sea poco conocido y que en cambio Bob Marley lo sea tanto, sin exagerar puedo decir que llegue a encontrar un libro donde a Miller le dedicaban 3 líneas y a Marley medio libro, es que Marley tuvo la promoción, el patronazgo blanco y Miller en cambio se quedó en algo más local, querido en su Jamaica natal.

Y yo te pregunto a ti, querido lector, que cosas más te estás perdiendo por tanta arrogancia y avaricia, no te preguntas quizás porque la mayoría de artistas de renombre en la pintura, literatura u otras artes son blancos. Si piensas que es por algún tipo de superioridad blanca te sugiero que no me leas más, puedo herir tu orgullo ario, pero si realmente tienes curiosidad pregúntate como se mueve el mundo y su economía, fíjate en la historia, y me refiero a la verdadera historia, la de la opresión de los pueblos, aunque siempre haya personajes intentando justificarla. Un ejercicio más fácil es ver algo más cercano, lo contemporáneo, lleno de personajes que intentan justificar las decisiones que deberían ser comunes, la política está llena.

Tú que seguro que al leer esto es que te interesa el reggae, escucha el mensaje de sus letras, descifra lo que te dicen esas voces haciendo una inmersión en su cultura. Hay miles por no decir millones de Jacob Miller que se merecen un poco de reconocimiento, a esos que se creen que tan exquisitos sabiendo sobre Gauguin o Chopin los invito a salir de su cerco eurocéntrico y para comenzar aprovechando el artículo recomiendo dos maravillosas canciones de Jacob, estas son: We A Rockers (junto con Inner Circle) y Healing Of The Nation. Los que no tienen mentalidad eurocéntrica no hace falta invitarles, irán solos y descubrirán que después de la muerte de Miller lo único de parecido que quedó en Inner Circle fue el nombre, el resto es una banda completamente nueva.

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