Allá por el año 1984, una conocida banda de rock que traspasaba fronteras y llenaba estadios fue linchada por la opinión pública. Esa banda se llamaba Queen, una agrupación tan memorable que sería rarísimo que no hayáis escuchado sobre ella. Estos chicos se saltaron las reglas que en esa época había para organizar conciertos. Como en cada época hay facciones, hay buenos y malos, en 1984 las tensiones en Sudáfrica eran muy patentes,  el criminal régimen del apartheid era mirado por los ojos de la opinión pública como algo reprobable. Ellos, los periodistas, se encargaron de hacer que todo el mundo pensara en la espeluznante situación que ese rincón de la tierra vivía. Y aquí aparecen nuevamente estos jóvenes británicos que cometen el gran error de dar un concierto allí, aun con propias peticiones de que el concierto fuera integracionista o antisegregación.

Les llovieron críticas a estos artistas, y es que el boicot a Sudáfrica era algo real, ningún artista luego de enterarse de las atrocidades ocurridas en ese país imaginaba dar un concierto en ese suelo. La prensa entonces fue voraz con motivo, censuró un hecho que era censurable, dar un concierto allí era dar apoyo al malo, en un momento en que todos se habían puesto de acuerdo en repudiar las prácticas del régimen sudafricano. Sí, Queen se equivocó, fueron tildados hasta de fascistas, ellos se defendieron, pero esa mancha quedaría en su expediente.

Ahora regresemos a nuestro tiempo, 2019. Leo en los diarios que piden 4 años de cárcel para unos jóvenes, estos instaban en 2015 al Festival “Rototom Sunplash” a no dejar tocar en su evento a un artista que apoya el sionismo. La manera en que ellos censuraron el acto de este festival fue manifestando su inconformidad y animando a otros jóvenes a repudiar el hecho. Esto se llama boicot, y es algo legítimo. Ellos creían que este artista no se adaptaba a lo que era la filosofía del evento, un festival, se supone, dedicado al reggae y al legado del rastafarismo, donde se da cabida al amor, a la libertad, a la fraternidad y a la paz.

Aunque la música de Matisyahu sea considerada reggae, éste apoya abiertamente las causas sionistas, que han causado tantas atrocidades y odio en el país de Palestina. El músico ha llegado a afirmar que Palestina no existe, incluso apoyó acciones del ejército israelí, como fue aquella del ataque a la flotilla humanitaria de Gaza en el año 2010. No hay ningún comunicado suyo en que niegue el apoyo al sionismo, el músico siempre se va por las ramas, la guinda del pastel está al fotografiarse con un colono israelí que quemó vivo a tres palestinos, después de esto y la participación en festivales que recaudan fondo para fines sionistas pienso que no debería haber la menor duda. Es vergonzosa la defensa de Rototom Sunplash a este artista, ¿Por qué? Después que cancelaran su actuación por miedo a pérdidas económicas se retractaron por presión del lobby proisraelí, dijeron que su música hablaba de paz y solidaridad, Matisyahu dice ser un músico apolítico, cosa que no ha demostrado con sus acciones.

En 1984 la opinión pública se le echó encima a un grupo por tocar en un régimen despreciable, en 2015 la prensa no fue tan contundente. Que la organización de este evento pensara en este incitador de odio era un sinsentido, era dejar campar a sus anchas al malo. De una forma u otra vivimos en un mundo común, donde podemos ser actores o espectadores, estos activistas no quisieron ser espectadores, actuaran censurando esa decisión. Ellos eran valencianos y catalanes que se solidarizaron con el pueblo palestino, que ven en el estado de Israel una agresión y una violación de los derechos del ser humano. La prensa tiene una gran responsabilidad, los de la prensa libre lo sabemos, informar a la gente y señalar, ese es nuestro trabajo.

Parece ser que la prensa internacional solo señala cuando le interesa, solo muestra los acontecimientos cuando hay unos intereses privados de por medio. En 1984 la situación era ya muy inestable en Sudáfrica, contrastando con la situación actual en la que el poder sionista se manifiesta de manera hegemónica, quizás incluso desde antes de la creación del Estado de Israel.

Es sorprendente que el imperio británico, colonialistas invasores, de repente quisieran dar territorio a los judíos sionistas, donde se ha visto que un imperio colonial hiciera tal actuación sin pedir nada a cambio. Y  no fue gratis, los sionistas dieron gran apoyo económico en la I guerra mundial. Los sionistas dicen que la tierra palestina les pertenece, que era su tierra ancestral, que está en las antiguas escrituras y que eso les da derecho a pretender el territorio por cualquier medio, entre ellos la aniquilación de los palestinos. Imaginaos que el indígena americano hiciera lo mismo, la gente diría que son unos salvajes, simplemente porque no tienen ni el poder ni el consentimiento de los que tienen la hegemonía política.

Israel ha tenido el consentimiento del mundo para sus atrocidades, Sudáfrica también lo tuvo, pasaron cosas para que este último lo perdiera. La prensa internacional tiene mucha culpa en todo esto, mientras el planeta entero camina como borregos en la desinformación algunos manejan la marcha y se hacen dueños de todo, hasta de las mismas personas.  Hay judíos no sionistas, que no entienden el porqué de esta criminalidad, no creen que se tenga el derecho de irrumpir en una tierra habitada y crear el terror. Hay un judío en Israel, un estudioso, que incluso defiende que los judíos askenazis no tienen sangre de los antiguos israelitas sino que vienen de un estado medieval del este de Europa que se convirtió al judaísmo, Khazaria.

Pensar en la diáspora israelita que sucedió en la invasión del imperio romano como un éxodo de toda la población no es sustentable. En la conquista musulmana de este territorio la mayoría de la población era judía, descendiente de los pueblos de Israel (de la bíblica). Se sabe que los musulmanes eran tolerantes con las gentes del libro, esto son los judíos y cristianos, pero no garantizaban los mismos derechos políticos, de esta manera la mayoría de judíos se convertirían al islam y se mezclarían con otras etnias sobretodo otros semitas.

Otros no se convirtieron y siguieron siendo judíos, así hubo siglos de convivencia pacífica entre musulmanes y judíos en el territorio de Palestina. Paradójicamente los sionistas están acabando con gente de sangre israelita.

Toda esta historia nos da mucho que pensar, sobre todo el porqué de que haya países y gente apoyando tal agresión, nadie apoya sin tener ningún interés o doctrina. En el caso de Matisyahu parece ser que es lo que su comunidad le ha enseñado. Pero en el país que vivimos, que debería estar fuera de cualquier adoctrinamiento sionista, no podemos permitir esa incitación al odio, no se puede aprobar dejar que en un espacio de libertad, amor y paz haya ideas contrarias.

Desde muchísimos medios libres brindamos apoyo al movimiento BDS y todo aquel que se manifieste contra los abusos de poder, nuestra lucha es una lucha a favor de la humanidad, en contra de cualquier mecanismo de poder que no garantice la soberanía de los pueblos y sus derechos. Un fuerte apoyo a todos los encausados activistas que luchan por un mundo mejor, aliento y calor de hermanos.

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