Parece que esto se va a convertir en tradición, y parece mentira que Ángel Loza nos dejara (iba a decir abandonara, pero eso él nunca lo habría hecho) para irse a una tierra más verde y sencilla. A partir de ahora cada año va a empezar con un homenaje a una gran persona, y me gusta la idea, porque es mi forma de mantenerle vivo a todo lo posible. Ya sabéis que soy de los que ilusamente creen que una persona no muere hasta que la última persona que la recuerda, la olvida.
Hay que ver como han cambiado las cosas desde ESTE ARTÍCULO, ahora soy más o menos empresario, más o menos parece ser que tengo pareja, y más o menos este 2019 apenas ha sido demoledor. Me habría sido útil pedirte consejos y palabras sabias, pero por desgracia ya no puedes hacerlo y eso me toca demasiado la fibra. Siempre que he dado un salto de fe este año, me he preguntado qué mierda me habrías dicho tu, que seguro que de mierda, poca, porque casi todo lo que decías podía enmarcarse en una maldita pared cual frase memorable de cualquier héroe histórico.
Tengo que darte las gracias por pagarme todo el trabajo de la forma que menos lo esperaba, y menos todavía después de 6 meses de haberte ido. Has sido la primera y única persona que ha hecho algo así por mí y no lo voy a olvidar.
Quizá tu fueras uno más de ellos, uno de los grandes, con menos reconocimiento del que te merecías. Un sólo Goya se te quedaba corto, compañero.
Y este año habría hecho tres que nos conocimos. Habría hecho tres que quisiste meternos en tu productora y casi lo conseguimos. Habría hecho tres años que estaríamos compartiendo tu sabiduría. Y nos quedamos a medias, pero créeme que agradezco cada una de las pequeñas cosas que me enseñaste en el Rototom, y después de él, aunque ni siquiera ya tuvieses fuerzas para ello.
Y sé bien que si te hubiese contado mis asuntos me habrías dicho que no me preocupara, que todo iba a salir  bien, que crees en mí, en mi potencial y en mi cabeza, y que todo es un amor y que el amor nos hace libres, y que si todo lo hacemos con el objetivo de amar y hacer el bien, nada puede salir mal, porque Jah no puede permitir que una buena persona se haga daño.
Compañero, querido maestro, no sé si soy mala persona, sinceramente creo que no, pero este año me ha dado de hostias por todas partes. Y en cuanto a esto, me habrías dicho que de eso va la vida, de obstáculos imposibles que tenemos que sobrepasar para vivir. Hay veces que no sé como hacerlo. Y me estreso y me frustro y me obceco y no sé como continuar.
Pero debo darte las gracias por algo. Gracias por hacer que tu hermana se volcara con nosotros tanto como lo hiciste tu. Gracias por meterla en nuestras vidas y permitirnos que algo de vuestra sabiduría familiar se quede entre nosotros. Gracias por no desaparecer del todo y de golpe, aunque en un primer momento tenía toda la pinta. Debí haber sabido que tú no eres así ni a la hora de irte para siempre. Nos has dado sorpresas incluso después de muerto. Eres una especie de Cid Campeador pero sin ser mercenario, eres un puto Cid Campeador de la cultura de este país, y alguien debe encargarse de hacerlo ver a los demás.
Hay gente que no se explica cómo pudo afectarme tanto tu marcha como lo hizo y lo hace cuando técnicamente nos conocimos muy poco. Hay veces que puedes pasar décadas con una persona y no conocerla en absoluto, y hay otras veces que bastan siete días para saber que una persona te va a dejar una marca que te acompañará el resto de tu vida. Tu lo hiciste, y desde entonces, esa es mi misma filosofía.
No merezco tu legado, ni siquiera sé si podré hacer algo con él, pero ya te digo que si tengo la oportunidad, intentaré hacer justicia.

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