Hay veces que necesito un descanso. Sé que últimamente son más largos que de costumbre pero no saco ningún beneficio al hacer estos textacos y hay prioridades babilónicas en mi vida. A veces es lo que hay. Sea como sea, siempre voy a volver a mi tierra prometida, que no es la estafa del estado de Israel, si no esta bendita página web.
Hace ya dos meses que no pasaba por aquí, desde que publiqué mi obituario anual de Ángel Loza. Aquello me dejó tan tocado que no he vuelto hasta ahora.
Pero… ¿Sabéis qué? Que Bisou me da la puta vida. Hace cosa de un mes, sacó su esperadísimo “Miniature“,  que como bien supongo es de la ODG. Todo el álbum es una maravilla del dub. Cada vez creo más convencido que quizá a parte de Psydub y Spiritual Dub, lo que hace este hombre también podría llamarse Barroquedub.
Bisou tiene la increíble capacidad de llenar de notas medidas al milímetro cualquier melodía que sea capaz de crear. No hay más que escuchar “Force“, en la cual todo es común hasta que llegan los teclados. Pudiendo tocar tres notas, como haría cualquier otro productor, él le pone ocho. No sé si me explico. Pudiendo hacer melodías simples, Bisou las hace fluídas, escuchar sus creaciones es como navegar con el mar en calma, hasta que todo se tuerce y derivamos al Spiritual Dub para luego navegar hasta el drum & bass y de vuelta al PsyDub.
Todo es siempre un viaje. Bien podría haberse llamado Musical Spaceship II ya que de Miniature, este álbum tiene poco. Es más bien gigantesco.
Y llega “Paillettes“, para mi el mejor tema del álbum. Esto vendría a ser un chute en vena de alegría y despreocupación. Sin controlar. Qué más da, si total, invita a bailar de una forma absurdíssima igual. Os reto a todos a escuchar esto y no acabar dando saltos y dando tumbos allí donde estéis. El desapego controlado es intenso. 4:16 segundos de gloria auditiva al máximo nivel.
Rose” creo que se podría asociar más a una especie de viaje con un psicoactivo de estos que te llevan a otra dimensión. No se puede describir de mejor forma. Es un tema entre creepy y maravilloso. Es como vintage, pero a la vez es moderno. ¿Modertaje? ¿Vinderno? Se me va la cabeza. Es un sube-baja adictivo, como otras cosas que yo me sé (entre las que no entran las drogas químicas, evidentemente). No sé, quizá soy sólo yo, que llevo encima una flipada con Bisou impresionante.
Y por fin, lo mejor de lo mejor, lo que todos estábamos esperando: “Tryptique“, he aquí la oda más maravillosa a una ruptura de las duras que he escuchado en toda mi vida. Una ruptura es como un tríptico. Vamos a verlo desde el punto de vista que corresponde al que decide partir peras. Y es la hostia porque empezar empieza de puta madre hasta que salta el tipo diciendo esto:

We passed, we kissed, we betrayed(?) us, we loved, we (?), we made love, we (?), we break up, we betrayed(?) us, with you, not make love anymore.

Y justo después se tuerce, se va volviendo todo más oscuro (para variar) y nos vamos directos a un espiral de techno que poco dub tiene. Ye. El arte que tiene de decir tanto, hablando tan súmamente poco. Yo no sé hablar francés, pero no me hace falta para entenderle. Y hacia el final vuelve el tipo a reafirmarse en su decisión, hasta que poco a poco se va remontando (como suele pasar en estos casos) para acabar por todo lo alto. Un par de sinsentidos, otro par de discusiones, una última reafirmación barroca y otra historia bonita que se termina. Así es la vida.
O quizá sea yo el que se hace las películas en la cabeza, como de costumbre, ya que al preguntarle a él mismo por la letra dijo que no hay un mensaje realmente importante en la canción. Siempre veo en su música más de lo que tiene pinta que hay a simple vista. Curioso.
En este artículo faltan dos temas por describir, pero el artículo está quedando demasiado largo. Os dejo a vosotros el hacerle vuestra propia review personal e intransferible. Esta es la mía.

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