Y así es como se cumplen las dos semanas de cuarentena. Dos semanas en las que he publicado un artículo cada día, dos semanas en las que casi cada día he dicho que me estoy quedando sin ideas, pero aquí sigo. Será que últimamente desbordo de inspiración, aunque no consigo plasmarla en palabras. Sea como sea, el show debe continuar, así que a ello.
Hoy os traigo la segunda parte del repaso a algunas grandes artistas jamaicanas. La primera entrega trató de Lila Iké, básicamente porque fue un descubrimiento reciente y tenía archivo fotográfico suyo. Hoy toca Koffee porque también es un descubrimiento reciente, pero no tengo archivo suyo porque soy imbécil. La tuve delante de las narices en el Rototom del 2018, pero fue de aquellas situaciones en las que uno no se para a pensar, y creía que “tenía cosas más importantes que fotografiar”. ERROR.
Koffee, si bien sólo tiene un EP hasta la fecha (tiene ahora 20 años), no veáis como lo parte. Supimos de su existencia gracias (otra vez) al Indiggnation Collective, la discográfica de Protoje, con el magnífico Toast.
Todavía no entiendo cómo, consiguieron colarla en el MAIN STAGE del Rototom 2018 cuando todavía no era nadie, tenía 18 años y acababa de saltar en la escena musical de la isla, así que después de aquello quedó demostrado de lo que era capaz. Por desgracia no he sido capaz de encontrar el concierto en cuestión. Una lástima.
Koffee, como muchas otras cantantes que iremos viendo probablemente, pertenece a una generación de músicos que han entendido que la mujer ya no se tiene que degradar para conseguir atención mediática. Eso forma parte del pasado, un pasado oscuro y creepy al que no se debe volver de ninguna de las maneras.
Su música, que va desde el “treggae”, pasando por el raggamuffin hasta el roots y el toast, es de una excelencia alucinante. Su nivel es digno de, no sé, vendría a estar un poco por debajo de Damian Marley. Yo creo que la diferencia está en que este ya está consolidado y consagrado, prácticamente profetizado, y Koffee sabe perfectamente que primero hay que llegar a lo más alto y después hay que mantenerse, cosa que no es fácil. Pero eh, que a parte de haber ganado ya un Grammy que hasta ahora monopolizaban los Marley, y pasando por delante de leyendas como Steel Pulse, con su pedazo de Mass Manipulation, queda claro que:

Me thank God for di journey, di earnings a jus fi di plus
Le doy gracias a Dios por el viaje, las ganancias son tan sólo un plus.

Tampoco hay mucho más de lo que hablar, hay ganitas de más música suya, pero entre que llega, nos podemos quedar con esto. Hoy el artículo es cortito, pero cundido. Me sobrará la inspiración, pero eso lo veremos mañana.
 

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