Hay veces que uno se topa con un músico, y lo primero que piensa es “vaya mierda”, pero luego se para uno a escuchar un poco, y un poco más, y un poco más todavía, y poco a poco se va dando cuenta del talento que se esconde detrás de las composiciones y de las líneas musicales.
El fenómeno Billie Eilish pegó tanto precisamente por eso mismo, porque su música, a priori, es una mierda, hasta que te paras a escucharla con dedicación, porque no es música de consumo rápido, son temas densos, en los que lo esencial es invisible a la vista, hay que sentarse, cerrar los ojos, y dejarse envolver por la melodía y la voz. Y una vez siente uno que le flipa lo que escucha, es cuando se da cuenta investigando un poco, que mola tanto porque es independiente, es un género jamás explorado hasta el momento (ya me diréis si habéis escuchado alguno algo que se parezca lo más mínimo al “Bad Guy“), por mucho que en la wikipedia ponga que lo que hace es synth-emo-pop o algo así, y lo más importante, está grabado en la habitación de su hermano. Esperad, que lo repito: El primer álbum está grabado entero en la habitación de su hermano. Para flipar. Cero contacto con estudios de grabación, cero reglas, cero imposiciones. Así es como debería ser toda la música.
Con Nicky Nicole ocurre lo mismo. Empezó con el “Wapo Traketero“, que quizá es de lo peor que ha hecho hasta el momento, y aún así tiene algo que atrae, que atrapa, mejor dicho.
En 2019 sacó su primer EP, después de que el ya mencionado “Wapo Traketero” lo petara enormísimamente. Aquí nos encontramos con un escenario curioso, ya que por ejemplo, el primer tema, llamado “7 Lunas” es un trap claro, pero la instrumental la podría haber hecho perfectamente Foster The People (suena que te cagas a la “Pseudología Fantástica“), es todo como una especie de viaje melódico fantástico, una pseudología fantástica literal a la argentina. Hay veces que cuesta más que otras definir una canción, al contrario que “Cómo Dímelo” y “Nos encontramos”, que son dos trap(s) de manual de lo más comunes, aunque este último tiene el detalle de meter un saxo por ahí que ameniza la línea básica musical.
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“Tras Vos” es una especie de reggaetón que no es del todo reggaetón. Quizá porque pervirtieron demasiado el género, la cosa es que suena a tal, pero el mensaje, por una vez, no trata de la cantidad de mujeres (u hombres) que hay detrás del músico en cuestión y que sólo están ahi para el fornicio y poco más, si no que es una declaración de intenciones en toda regla hacia alguien que no sabemos quien es.
¿Puede que el reggaetón esté dejando ciertas actitudes atrás y esté progresando hacia un estilo de música decente y respetable?
Por otra parte, “Diva” es bastante más electro, rollo 90’s, un estilo modertage (moderno+vintage). Es la primera vez que escucho un tema de este estilo creado por alguien que nació en el 2001. Vaya medición tu.
Y nos topamos con “Recuerdos“, un tema que tiene retazos de hip-hop junto a toques orquestrales que le dan esa parte de epicidad máxima que se deja ver en ocasiones. No demasiadas, pero algunas que marcan.
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“Me Gusta” es más bien del estilo disco de los 2000, un disco que estaba ya progresando hacia el techno, pero que era rejodidamente suave y melódico. Era una mezcla maravillosa entre los 90’s y el nuevo siglo (y milenio) recién estrenado. “Me Gusta” combina a la perfección unas baterías de hip-hop, con un bajo digno del dub, y un scratch del siglo pasado. No hay barrera de sonido, es muy limpio.
Las “Plegarias” casi que vendría a ser la balada semi-definitiva (la definitiva viene a continuación) que haría una buena trapera como ella. Es un tema chill a más no poder, con el que uno puede tumbarse, cerrar los ojos, dejarse llevar y esperar que llegue.