Después de la odisea del día anterior había recuperado mínimas fuerzas. Esta vez ya sabía donde tenía que ir así que el procedimiento del cribaje anti lo que ya sabéis todos fue bastante rápido (os recuerdo que no puedo escribirlo explícitamente porque google penaliza).
Después al entrar me encontré con Carla, la redactora de Metronome, que me dijo que ya asumía ella la crónica de Amaral para este medio (gracias a ella la tenéis) así que me fui a hacer las correspondientes fotos.
Llegamos al punto donde lo dejamos. Tuve que dejar a mi ex- profesor porque tenía que ir a hacer fotos a Sopa de Cabra, grupo de rock catalán mitiquísimo, que quizá ya no sea lo que solía ser. No pensaban lo mismo mis dos compañeros de gremio, que estaban allí viviendo el concierto y cuando tuvimos que salir corriendo para ir a La Casa Azul, nos paramos para escuchar el clásico “La Tramuntana“.
Ahora que ya he acabado la introducción toca explicar el concierto de La Casa Azul. Llegamos allí, al escenario Cruïlla Enamora para encontrarnos una iluminación basada en azules y contraluces. Hice mi trabajo y me fui a la hierbecita que hay enfrente del escenario a seguir disfrutando del concierto.
Tenía ganas de volver a ver a Guille Milkyway en concierto, la última vez fue en el verano de 2019. Era el día de los recuerdos agridulces. Si bien la mayor parte de temas que sonaron no los conocía, me esperé pacientemente a que llegasen a puertos que ya había visto antes. Al fin y al cabo eran clásicos, no podían faltar.
El primero de ellos fue “Ataraxia“, el segundo, un poco más adelante, fue “Podría Ser Peor“, que llegó hacia la mitad del concierto. Desde luego para mí, podría haber sido mucho peor, pero no por que sonara mal, si no porque me estaba llevando a otro sitio en el espacio y el tiempo. Y no estaba nada mal.
Ya hacia el final se dejo escuchar el clásico de clásicos “La Revolución Sexual“, de vuelta a 2019. Esto de los viajes en el tiempo mola. Y seguíamos de viaje ya que la siguiente fue “Nadie Pudo Volar“. Ya ninguno éramos como entonces, ni siquiera nuestra existencia se parece ya lo más mínimo, pero supongo que de eso se trata. Y así terminó, dejándome con ganas de más y una grabación remix de Podría Ser Peor. Ni hecho a consciencia. Como apunte final: sonaba mejor el remix que la original.