EL DÍA DE LAS SORPRESAS

 

La verdad es que no sé por donde empezar. Supongo que como se suele decir, tendría que ser por el principio.

Este año ni siquiera esperaba estar acreditado en el festival Cruïlla en Barcelona, llevaba ya un tiempo planteándome dejar de hacer crónicas y fotos de conciertos, al fin y al cabo esta web tiene 10 años ya, y pensaba que quizá habría llegado el momento del #comebye, pero no hace mucho me encontré con un ex-colaborador de esta web, me miró con tristeza cuando le comenté este mismo asunto y me preguntó si iba a dejar morir mi medio de prensa sin remedio. Me partió por dentro. Tenía que hacer algo al respecto.

 

El día 1 llegué yo por primera vez el primero al puestecito donde se recogen las acreditaciones, casi una hora antes de que abrieran puertas del festival y allí conocí a Cristian Rodríguez, un fotógrafo al que no había visto en la vida. Empezamos a hablar y pareció que nos llevábamos bien. Hicimos buen equipo desde el principio y eso que ni siquiera cubríamos para el mismo medio. Al final nos pasamos todo el festival coordinandonos entre nosotros para cubrir lo máximo posible.

 

Una vez ya entrados, en la zona de prensa saludé a tremenda cantidad de compañeros del gremio a los que hacía muchísimo tiempo que no veía, y me fui directo a cubrir a Triquell en el escenario Vueling.

 

Salido del programa Eufòria de TV3, es tremendamente joven pero tiene un talento brutal. Al ser de los primeros conciertos, había francamente poca gente por allí, una verdadera lástima dado que lo dio absolutamente todo en el escenario. Se sacó de encima de primeras los temas más importantes de su primer trabajo “Jugular“. Yo a este grupo lo había conocido hacía realmente poco, cuando mi hermano me incitó a escucharme su música yendo en roadtrip hacia el Penedès. “CBD i Espadenyes“, “NPC”, “Entre Fluïds” sonaron tremendamente fuerte. También salió al escenario Ven’nus para cantar “L’espai que et crema“. Tremendos temazos así como electrónica catalana  que sonaba a nuevo. Tiene futuro.




















El segundo concierto del día fue otra gran sorpresa, ya había escuchado hablar de Lia Kali,  en el escenario Jhonny Walker, lo que no esperaba es que tuviese tanto “flow”. Si bien llegué tarde a verla, y pese a que debo reconocer que no tenía ni idea de ninguno de sus temas (cosa que tendré que arreglar para su concierto en diciembre en Paral·lel 62) me quedé un rato a hacerle fotos y a disfrutar de su música entre gritos de “Reina” que se escuchaban entre el público. Y desde luego, tremenda reina es.




















El último concierto del que haré reseña de este día es Nicki Nicole, en el escenario Estrella y que se trajo consigo una tremendisima performance. A esta cantante la descubrí yo cerca de 2019 cuando una persona que solía estar en mi vida me pasó “Wapo Traketero” y de ahí ya me encontré escuchándome todo lo que tenía en aquella época en Spotify. Esta canción, que marcó el principio, fue de las pocas que se dejaron sonar de sus orígenes, así como “Colocao“, pero el espectáculo fue tan increíble que me importó más bien poco. Se echaron en falta temas como “Tras Vos” o “Años Luz“, que marcó mi 2020 entero.




















Ya preparado para salir del recinto del festival junto a Cristian, me encontré con Paula Valls con la cabeza metida en su ordenador haciendo la crónica de Rusowsky para la Vanguardia. No la conocía de antes, a veces uno en prensa se lleva sorpresas. Me comentó que es cantante y cuando nos separamos ya en el metro me volví a casa escuchando sus tremendos temazos como “Circles” que me parece francamente una masterpiece, o su increíble nuevo single “És Estrany“. Volveremos a ella en la crónica del tercer día. Es así como gracioso que uno de los descubrimientos musicales que más me gustaron ni siquiera tocara en el festival.

 

Llegué a mi casa queriendo más de todo lo aquí comentado y me dormí entre humos pensando en lo increíbles que estarían los próximos días. Esta rima os la regalo, que hacía mucho tiempo que no repartía algunas.

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