Aún hay ampollas abiertas por la agresión que cometió un joven a un chico de origen mongol en el metro de Barcelona el 28 de Junio de 2014. La agresión se produjo en la estación Fabra i Puig, y fue grabada por un menor llamado Jaume S, quién actúo junto a otro menor en la cometida de la acción racista. El 18 de Enero, La Vanguardia publicó un articulo en el cual se explicaba como el muchacho (de tendencia neo-nazi, ideología que intentaba expandir mediante las redes sociales, incluido el vídeo de la agresión) ha evitado la cárcel gracias al compromiso de realizar ciertos actos, como no volver a delinquir en los próximos 3 años, cumplir la orden de alejamiento contra la victima y acudir  a un programa de derechos humanos.  La sentencia inicial era de 2 años por cargos de delito contra la integridad moral, lesiones y contra los derechos fundamentales.

Un colega de la Facultad, me etiquetó via Facebook para ver la similitud entre el nombre del acusado y el mío (ya que me llamo Jaume Sendra). Un internauta, al ver mi nombre etiquetado en la caja de comentarios junto al articulo, no tardó en activar su alarma social y realizar una intervención que podía salvar vidas. Tal intervención, se basaba en un mensaje privado en el que se mostraba cierto desagrado por mi edad, aspecto físico, y cierto deseo de que cosas malas -relacionadas con asaltos sexuales- me ocurriesen en el caso que fuera a prisión (en un claro malentendido en el que el tipo me confundía con el agresor).

Para aclarar aquel malentendido y apaciguar los ánimos del internauta, le propuse una serie de reflexiones para que atase cabos él solito.

Primera reflexión: Soy estudiante de periodismo, como tal, me enseñan las tácticas de la comunicación y repercusiones de éstas en todos los medios, sobre todo en las redes. ¿En serio hay gente que cree, que un estudiante con tales facultades se pasa el tiempo en grabar agresiones racistas en el metro y a colgarlas en su propio muro? Seria lógico pensar que ha sido una práctica periodística como cualquier otra -haciendo referencia al periodismo urbano-, pero la supuesta publicación estaria por supuesto ligada a algún tipo de comentario de condena (como decía Kapuscinsky y como he mencionado anteriormente, para ser periodista, se debe ser buena persona).

Segunda Reflexión: La sociedad actual va a lo fácil. Se me acusó de ser cómplice de tal agresión sin pruebas, únicamente porque me llamo Jaume Sendra. Con tal comentario simplemente se me demuestra que se crucifica a lo que sea a la mínima oportunidad de hacerlo, sin corroborar, justificar ni con la simple dedicación a molestarse de investigar a ver si lo que dicen los demás es cierto. En base a esto, si la sociedad pensara antes de actuar o hablar, las cosas serían muy distintas en nuestro mundo.

Tercera Reflexión: La grabación del tipo que comparte mi nombre y la letra de mi primer apellido (espero que no todo mi apellido por dios!!) no tiene justificación alguna. Es tan culpable como el agresor. Pero  planteo una pregunta: ¿Por qué creéis que los medios le han dado tanto bombo a la noticia? Porque está grabado desde un móvil cercano, créedme cuando te digo que si estuviera grabado desde una cámara de seguridad no hubiera sido tan importante para los medios. ¿Dónde quiero llegar con esto? Tanto los periodistas que han dado hincapié en estas grabaciones como los que lo critican desde sus casas, critican una acción de la que viven y se alimentan, siendo así, también cómplices de una actitud hipócrita en el mundo mediático actual (critico simplemente el sensacionalismo de la noticia, no la critica de ésta misma, el buen periodismo puede ser una herramienta de denuncia, pero debe ser utilizada correctamente).

Cuarta Reflexión: Sin pruebas, se me ha acusado de algo que no he hecho, pero lo más interesante ha sido la actitud de la acusación. La referencia a que soy pelirrojo (espero que no haya sido en tono ofensivo, estoy plenamente orgulloso de serlo), las críticas a mi aspecto físico me demuestran una vez más que la manera de la sociedad para atacar es dañar la moral de las personas por su aspecto (al menos yo tengo una foto real en mi perfil de Facebook). Finalmente, quizás sí que vaya a prisión algún día, pero será única y exclusivamente por ejercer el periodismo internacional en territorio hostil, espero que eso no ocurra, pero nunca se sabe. Así pues, yo tengo mi código moral (en periodismo es necesario), hablo como si lo supiera todo, no sé nada, ni del periodismo ni de la vida misma, pero al menos me molesto en hablar estando seguro de lo que digo.

Pensar y corroborar, antes de difamar y acusar.

Como suelo decir -sobre todo tras el incidente de las redes-

Saludos y respeto!

Jaume Sendra  

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