#1: PSOE + Podemos + IU + apoyo soberanista Ambos partidos de izquierda han manifestado abiertamente su intención de crear un gobierno de progreso y de cambio destinado a garantizar el bienestar de las clases más necesitadas y deshacer la reforma laboral y otras chapuzas que el Partido Popular ha legislado durante los últimos cuatro años. Sin embargo, el camino de esta propuesta -a la que se uniría Unidad Popular/Izquierda Unida con Alberto Garzón a la cabeza- está lleno de guijarros, ya que existen muchas tensiones entre el PSOE y Podemos: Unos quieren comerse el mundo y los otros temen que la formación morada se coma su espacio político, acusándoles de populistas y despreciando la agresividad -o valentía, según punto de vista- del partido de Iglesias al proponer gobierno al PSOE. Lo que quizá no tienen en cuenta Sánchez y los suyos es que dicha coalición podría ayudarles a recuperar la reputación perdida (una vez hagan bien las cosas, claro está). El problema es que con PSOE + Podemos +IU no basta para tener mayoría, contando por supuesto con el voto en contra de PP y Ciudadanos, de modo que la clave para desbloquear la situación podría encontrarse en los partidos nacionalistas de las autonomías, como el PNV y Bildu en el País Vasco o CDC y ERC en Catalunya. Podemos tiene cubierta esta parte sin problemas con su propuesta para la creación de un ministerio de la plurinacionalidad y de la celebración de un referéndum vinculante en Catalunya. El problema es que el PSOE no tiene intención alguna de pasarles la más mínima a los independentistas, y de ello puede depender la formación del ejecutivo.

#2: PSOE + Ciudadanos con abstención del PP

La otra opción de pacto sería Ciudadanos. La formación liderada por Albert Rivera comparte los puntos de regeneración democrática y de reforma constitucional defendidos por el PSOE en campaña. Este pacto podría resultar más fácil de hacer que el de Podemos si se contase con una abstención del Partido Popular en el debate de investidura. El problema es que Ciudadanos, aunque se presente como centro, es otra cara de la derecha privatizadora heredera del franquismo. Por tanto, aunque es cierto que se haga limpieza de lo que hizo el PP, este pacto presenta dudas serias respecto a sus políticas públicas y económicas, además de que dejaría en una situación muy desfavorable a Catalunya. Está por verse todavía en el rango de un mes para negociaciones que ha propuesto Pedro Sánchez, y aunque para muchos pueda no ser la mejor opción, ahí está.

#3: PSOE + Podemos + Ciudadanos

¿Y una coalición a tres bandas? Prácticamente imposible. La diferencia de puntos de vista entre Ciudadanos y Podemos es demasiado grande, y por ello mantienen su mutuo veto. Las políticas que saliesen de este gobierno, por simple proporción, serían muy parecidas a las de la opción #1 ya que Ciudadanos tendría poco a decir. Además, contar con ellos facilitaría la estabilidad parlamentaria con una mayoría potente y evitaría dolores de cabeza al no tener que hablar con nacionalistas. Pero como decimos, se trata de una coalición muy complicada y llena de incongruencias.

#4: Repetición de elecciones

Dado el caso de que las distintas fuerzas no se entiendan y no haya pacto posible, habría que disolver la cámara y preparar unos nuevos comicios en primavera-verano. Además del coste económico que ello supondría, los partidos irían más desgastados, y no es momento para especular sobre qué partidos subirían o bajarían en estas hipotéticas nuevas elecciones. Lo que está claro es que con una parálisis de medio año en las instituciones quien saldría perdiendo seríamos nosotros, el pueblo. Y aquí termina este breve repaso de las distintas posibilidades de gobernación en este país de pandereta. Aunque mucha gente se emperre en desentenderse de la política, es algo que afecta en gran medida a nuestras vidas y las de nuestros hijos, así que recordemos votar con cabeza.    

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