Ha pasado un largo año desde que me llevé una gran, enorme sorpresa cuando me llegó a mi correo un mail de las autoras de Kadingir contándome que habían retomado una de las sagas más importantes de mi infancia.

Ya que estamos, para celebrar el primer aniversario de la salida del tercer libro de Kadingir, y para celebrar la fiesta de Sant Jordi, qué menos que hacer una reseña del libro, que lleva escrita prácticamente desde que me lo pasaron pero que no había publicado todavía esperando el momento exacto.

Después de El Cetro de Zink y El Señor De Zapp, llega El Caso Shapla. Seguimos con las aventuras de Ishtar, pero en este caso, no habrá muchos viajes ni cambios de escenarios a casi cada capítulo dado que prácticamente el 70% de la historia que nos ocupa ocurre en la capital Kuzubi llamada Shapla.

Para el escenario de la trama, las autoras y el autor han decidido crear la ciudad de las torres, más allá de la Torre del Origen. Hasta ahora solo habíamos llegado hasta la estación de tren (o mejor dicho de las bolas esas infernales que se solían usar para cubrir grandes distancias en Ki).

Pero se han superado. Lo han hecho con tal nivel de detalle, que si nos fijamos en el mapa de la ciudad que esbozaron, y estamos atentos mientras leemos, podremos observar que cada acción ocurre en un lugar creado al milímetro y sin ningún error.

Esta última parte de la tetralogía original llega unos 9 años después de la publicación del Señor de Zapp pero os puedo asegurar que la espera lo ha merecido, y más todavía después de resignarme a que no volvería a leer más sobre la historia de Ki.

Como de costumbre, han conseguido plasmar el mundo fantástico que rodea a los protagonistas casi a la perfección, para no decir “con una exactitud que casi da miedo”.

En este volumen los protagonistas se verán en una reunión que durará unos cuantos días para decidir el futuro del planeta en Shapla, cuando hace 4 días que han asesinado a Kuzu, rey de los Kuzubis porque Mul así lo decidió y, claro, a ver quien va a cuestionarle a un satélite con lo lejos e inaccesible que está.

Así pues, los protagonistas vivirán una serie de situaciones que, en ocasiones, llegan a un surrealismo digno de Dalí pero que dentro de la ficción del libro acaba siendo bastante verosímil.

También descubriremos quién es el traidor a la corona de Kigal, que ha ido pasando diseños y alteradores de Kadingir a Usumgal y su gente. Ojo porque la sorpresa es gorda.

Como no podía ser de otra forma, estará rondando por allí un musdagur raro que tiene doble personalidad, lleva gabardina, un calcetín en la cola que sonríe preocupantemente y empieza casi cada frase con un “Nyè”, al menos en la versión en catalán, que es la que recomiendo leer si sois de esta parte del mundo.

Sabremos que Nakki en sus tiempos mozos no era tan serio y soso como parece, pero no sabremos (todavía) por qué ahora es así, aunque si os vais al anexo de personajes, podréis encontrar alguna que otra pista. No perdáis nunca vuestro espíritu detectivesco.

También podremos sentir en nuestra piel (si estamos suficientemente concentrados en la lectura) cómo explotan unas cuántas bombas, cosa que realmente no es muy agradable, pero al fin y al cabo estamos leyendo y siempre mola el tema de meterse en el mundo que se nos expone.

Y, sobre todo…

Podremos observar a Usumgal creando el caos en Can Sata transformado en un osito de de peluche rosa con tutú. Bien se podría considerar uno de los mayores puntazos de la lectura.

Ah, y al final del libro hay sorpresa… Yo apuesto por Vizvi, el atractivo rey Anzud.

Aún así, las autoras y el autor han dejado sin responder gran cantidad de preguntas sobre las cuales tengo un poquito de información privilegiada, pero no mucha y que, posiblemente o casi seguro, se vean respondidas en “El Cuarto Poder”, que teóricamente debería salir a mediados de 2017.

Sin duda, tanto tiempo de espera ha merecido la pena ya que el libro está extremadamente trabajado.

Historia: 9

Redacción: 9

Expectativas – Realidad: 10

TOTAL: 9’3

En resumen, es una lectura recomendada a toda costa y si os lo leéis por segunda vez (como me recomendaron hacer) descubriréis infinidad de nuevos detalles que en la primera lectura pasan desapercibidos por falta de información (que se va dando a lo largo del libro).

Feliz Sant Jordi a todos y a todas 🙂