Es triste, muy muy triste que tengamos que acabar un año prácticamente perfecto de esta forma, pero no me queda más remedio que escribir un artículo que no quiero, aunque es necesario. Hay gente que cree que que los artistas como fotógrafos, diseñadores gráficos, pintores, cantantes y un largo etc, trabajamos gratis.
Claro, porque es nuestra pasión y queremos vivir de ello, pero se ve que comemos aire, que compramos con aire y que nuestro material nos lo regalan. Apenas hemos invertido dinero en nuestra pasión, todo cayó del cielo y no tenemos ningún derecho a cobrar por lo que hacemos.
¿Sabéis que os digo? Os voy a poner datos propios.
Llevo con mi querido blog “El diario de un musicópata” desde 2013. Vamos a desglosar:
- Entre gastos de dominio, hosting y todo lo demás, me he dejado unos 350€ (sumad 75€ si queréis contar también los gastos del año pasado con los que me ayudaron mis compañeros y actuales redactores del blog). Dinero propio, sacado trabajando en otros lados, ni pizca de publicidad ni nada.
- Como fotógrafo, la cámara (nikon D3200) en su momento me costó 556€, las dos baterías, mejor dicho, las tres (una me la robaron) costaron 30€, el micrófono costó 25€, las pilas (ya van 3 veces que la cambio) costaron 7€ cada una, Las tarjetas de memoria (tenía dos de 34Gb, dos de 8Gb, una de 16Gb y dos de 2Gb) en total pongamos unos 100€ en su momento de compra, que no fue de golpe. El disco duro externo, costó 62€ y el PC (incluyendo ratón) donde edito todo lo que hago costó 1200€ (MSI GE 60 2QE Apache Pro) hace cosa de dos años. Paso de contar más. Aun así creo que ha llegado la hora de sacar cuentas. Total en material: 1980€
TOTAL DE LA WEB Y EL MATERIAL: 2330€
Y eso que no he contado los 75 del año pasado, por que de aquello yo no aporté nada para ir igualando inversiones entre los miembros del blog.
Ahora que ya tenemos el resultado en dinero, por que es muy fácil hablar sin tener ni idea de lo que se aporta, vamos a lo ganado con la publicidad maravillosa de google AdSense: 3’50€. La activamos en febrero de este año 2016. EN FEBRERO.
Visto esto, querido promotor y querido cantante jamaicano, no os puedo regalar fotografías por el hecho de que pierdo dinero con mi proyecto. Lo perdemos todos y seguimos adelante, con dos cojones y sin poner pegas. Que sí, que pasamos acreditados por prensa y de vez en cuando hasta cae un CD pero eso no es razón para no pagarnos por NUESTRO trabajo, porque después, para promocionaros, porque eso es lo que hacemos al fin y al cabo y la mayoría de ocasiones, si no todas, lo hacemos gratuitamente (por ahora). Nos pasamos nuestras horas escribiendo, editando, creando o lo que demonios sea que tengamos que hacer para que vosotros estéis contentos, que en muchas ocasiones lo hacemos encantados de la vida, y sigue siendo gratuito (por ahora) mientras los demás acreditados cobran por su trabajo. Y de eso, señores, estoy seguro. Pero nosotros no nos quejamos. Seguimos escribiendo, editando y haciendo nuestras cosas sin decir nada.
Ahora es cuando vamos a lo genial del asunto:El siguiente fragmento del texto no tiene nada que ver con la sala Apolo o la gente que trabaja allí más que por el hecho de que todo el lío sucedió en ese lugar.
El jueves día 24 de noviembre del 2016 fuimos al concierto en la sala Apolo de Barcelona de alguien a quien no voy a nombrar, investigad vosotros mismos. Fuimos allí acreditados, como suele ser en estos casos e incluso entrevistamos al músico que actuaba. Nos regalaron un CD. Hasta aquí genial.
Una semana después, cuando tuve todas las fotos que merecían la pena editadas y separadas, mandé un mail al músico diciendole textualmente lo siguiente:
Hola! El concierto fue genial. Tengo unas 14 fotos tuyas que son bastante guapas, te las mando con marca de agua y si te interesa alguna, podemos pactar un precio que nos venga bien a los dos.
Habria aceptado cualquier cantidad que me hubiese ofrecido porque no pretendo cebarme con él ni quiero aprovecharme de nadie. Sólo necesitaba algo para poder comprar material nuevo. ¿Cuál fue su respuesta? Os la dejo aquí mismo:
¿Qué quieres decir? ¿Pagar por mis propias fotos? La próxima vez que actúe todas las cámaras prohibidas… Pero gracias, ni siquiera las voy a mirar porque están en el formato equivocado así que no las puedo mirar y no las quiero ver más…
Las fotos estaban en JPG.
Pero vamos a lo importante, que son las maneras. Con un “no estoy interesado, gracias” habría tenido suficiente, pero que va, era mejor amenazar con prohibir las cámaras en sus conciertos. Así se va por la vida, con dos cojones, porque los fotógrafos, como ya he dicho antes, vivimos del aire.
Que si me hubiese dicho “oye, te compro tres y me regalas dos” aunque fuese un trato de mierda también lo hubiese aceptado. Porque soy un currante, no soy alguien que se aprovecha de la gente. Aunque esto, más bien, sería aprovecharse de mí.
Pero lo mejor todavía está por venir. Esta mañana he llamado al otro promotor, que NO es Universo Caníbal (ellos no tienen nada que ver en esto, prefiero dejarlo claro para evitar confusiones) para explicarle la situación y después de escucharme, me ha dicho que deberíamos haber tenido suficiente con las acreditaciones y el CD, que pretender que paguen por unas fotos es una falta de respeto y que además uno de los dos que fuimos allí le pegó un empujón a mala leche cuando estaba grabando un vídeo para su instagram. ES UN MALDITO CONCIERTO. LA GENTE SUELE BAILAR EN ELLOS. Ah, y después de decirle que soy fotógrafo y que si cobro es para comprar material mejor y recuperar lo invertido, me colgó. Tal cual. Y tan ancho se habrá quedado.
Mira, si fuese de parte de un medio grande como La Vanguardia, El País, El Mundo, Mondosonoro o cualquier otro periódico o revista y hubiese cobrado por la crónica o por alguna de las fotos, pues te regalaría alguna otra sin problemas, pero como ya te he dicho antes, pierdo dinero, muchísimo dinero y aun así sigo perseverando en mi sueño porque nadie me lo va a joder. Así que si me quieres vetar de tus conciertos o promociones, por mí ningún problema porque tengo la conciencia tranquila y por mi trabajo, como por el de todos, se cobra.
Y esto pasa con diseñadores gráficos, pintores, músicos y artistas varios. Si no empezáis a reconocer nuestro trabajo las cosas se van a poner feas. No sólo le damos a un botón, o no solo hacemos “un dibujillo que puede hacer cualquiera” o trabajamos a cambio de birras en el caso de grupos que empiezan. Nos entregamos a cuerpo y alma a aquello que amamos y vosotros nos despreciáis constantemente. Así no van las cosas. Debería ser una relación del respeto pero parece que eso es pedir demasiado.
El trabajo solo es trabajo si supone un sacrificio extremo.
Es triste, pero es así. No suelo pedir estas cosas pero si estás de acuerdo con lo expuesto, comparte el artículo porque a cuanta más gente llegue, más mentes serán concienciadas.