Permitirme un pequeño prólogo antes que todo, esta crónica será diferente. No utilizaré una estructura normal y corriente, me tomaré el atrevimiento de hacerla por apartados. No es algo que sea de mi originalidad, de hecho es a imitación de un artículo escrito por un colega mío, Albert Jiménez, que en principio me chocó pero luego encontré ingenioso. Esto es algo muy parecido a lo que relata Momo hablando de la primera vez que escuchó “El Círculo”, un álbum controvertido para ser de Kase O, pues todo el mundo esperaba más de lo mismo.
Esta crónica estará llena de opiniones personales. Pienso que es la única manera en que puedo hacerlo, se debe a que considero que el concierto del pasado sábado 29 de diciembre, aunque masivo, era un concierto personal. ¿Qué quiero decir? No era un concierto dirigido al público en general de todo el Palau Sant Jordi, el concierto estaba dirigido a cada uno de los que participamos del espectáculo. El maestro de ceremonia nos hizo partícipe a todos de esa gran fiesta, matrimonio de Eros y Psique, donde se vislumbró la atracción mutua de la pasión y el entendimiento. Aunque estábamos todos juntos en ese gran escenario, todos vivimos esa fiesta de manera diferente, desde nuestro interior.
La llegada al Palau Sant Jordi
Era la primera vez que nuestro medio, Free World media, iba a acceder al Palau Sant Jordi, en representación estábamos Felipe Núñez, como fotógrafo, y mi persona Guillermo Meriño, redactor, agradecemos la invitación de la promotora Máximo Exponente. Era además la primera vez que yo entraba a este icono catalán, así que decidí quedar con Felipe antes para no ir perdido. No pudo ser, por contratiempos llegaba más tarde de lo convenido, él como fotógrafo tenía que entrar antes, por dos motivos: sortear las dificultades que podía tener por parte la organización, que por desgracia hubo, y la segunda era para colocarse a pie de cañón en el foso. Yo llegué un poco más tarde justo al inicio del telonero Xtragos, paisano de Ibarra, con la mala noticia de no poderme situar en pista, mi posición fue en grada, en una zona para los invitados de prensa.
Impresionado por el público
Aun con lo grande del Palau no sentí frio, encontré a Irene redactora de Metronome, gran amiga de nuestra revista y un público llenando el coliseo. Los espectadores calentaban los motores, estaban invadidos por la emoción y juegos de luces se veían tanto en grada como en pista. Yo soy de los que prefiere los escenarios pequeños y más cercanos, pero en esta ocasión no me importo demasiado la magnitud del Sant Jordi, el público era cercano y cuando salía Kase O se hizo la luz y el trueno. Los que habían sido espectadores se convertían en partícipes, este hombre aragonés animaba con su carisma y sus rimas acompañado como en otras ocasiones del gran R de Rumba en el beat y de Momo como segunda voz.
Javato Jones: Maestro de Ceremonias
Justo en su entrada empecé a rememorar aquel día de verano, de calor recalcitrante, en Burriana, Castellón. Me refiero al festival Arenal Sound donde tuve la oportunidad de ir y ver a este pedazo de estrella. Allí supe que sus conciertos eran diferentes, todos los demás artistas salían, tocaban unas canciones y se marchaban por donde habían venido. Él parecía un predicador, entro y se ganó a su público, lo volvía a hacer, porque no le hacía nada de falta, todos los que estaban allí estaban locos por escucharlo. Lo que hace a Javier “jodeculos” Ibarra tan especial es que es el perfecto anfitrión, te hace sentir como en casa, su personalidad carismática hace que haya una perfecta interacción entre la tarima y el público y de repente todo es convertido en escenario. Esto es lo que yo más resalto, a parte es comunicador de un mensaje, habla de sus experiencias, de su vida, de lo que ha aprendido jodiendola una y otra vez, se acuerda de cuando era más joven y acepta sus errores, es por eso y más que este hombre ha ganado el respeto y la veneración del panorama.
Lo que hace falta en la decrépita España
El RAP nació como una música protesta, una música de marginados, de los ghettos negros de U.S.A. que explotaban de furia. Esta fue la manera del negro de desviar su frustración, a partir de versos agresivos la pudieron convertir en indignación. Todo esto tiene su antecedente, hubo una lucha allí detrás, un Luther King, el indignadísimo Malcolm X y su consecuencia: los jóvenes luchadores de las Panteras Negras. Cuando el rap se descontextualiza salen MCs sin valor, versos sin sentido, la crítica se va al carajo, todo es absorbido por el Leviatán del capitalismo, siempre voraz. Kase O lleva desde los 90s demostrando que se puede mantener este espíritu, que se puede sobrevivir dentro de la escena sin vender el alma a beelzebub. Su palabra es como dagas para el monstruo y vitaminas para una juventud que quiere dejar de caminar sin sentido, una medicina para la desmoralización que venimos sufriendo, o mejor dicho que nos ha sido aplicada por una élite que nos ha querido dejar sin fuerza de voluntad.
En el concierto él fue claro, se acercó con un mensaje para todos, jóvenes o no, a favor de dejar al lado las diferencias, a crecer como personas, a desviar los malos sentimientos que nos dividen y hacen del mundo un lugar invivible. Nos alentó a ser luchadores, a tener esa voluntad que tanto hace falta en este país, un país donde todo el mundo se queja pero nadie hace nada, y esas animas que son como la semilla en un trozo de estiércol son pisoteadas por el pensamiento rancio de esos que tienen miedo a perder su latifundio familiar. Javier nos recordó que el empobrecimiento material no se tiene que traducir en espiritual, con su peculiar misticismo nos hablaba de las buenas y malas energías, que se traducen en amor y malos sentimientos, el hecho de hacer con amor las cosas para hacer de este mundo el mejor de los posibles. Nosotros lo escuchábamos atentamente y cada uno desde su interior recibía de una u otra manera su mensaje, pues cada ser humano que estaba en esa sala aquel día proveníamos de experiencias diferentes. Gracias Javat, el de los múltiples nombres, tus palabras fueron alimento para mi espíritu.
Crítica a la industria musical y rechazo al machismo y el patriarcado
Esta gira que culmino en Barcelona, llevaba ya dos años, los temas interpretados eran los de su último álbum, “El Círculo”, sobre él ya se dijo mucho cuando salió, no creo poder añadir mucho más. Lo que sí puedo comentar es sobre la interpretación brillante y enérgica desde la tarima, buen acompañamiento de Momo. El contenido del álbum mantiene el espíritu crítico, aspectos de la sociedad como la apatía contra los problemas globales o el triunfo de una industria musical cada vez más vacía de contenido y calidad, tenemos como ejemplos la canción “Intro” o “Esto No Para”. También Kase O, consciente de la lacra del machismo, tanto en la sociedad como en él mismo, nos tiene canciones de amor más comprometidas como es el caso de “Mazas Y Catapultas”, que cautiva con la entonación. No faltaron tampoco clásicos de Violadores Del Verso como “Cantando”, ya imprescindible en su repertorio.
En un momento, justo después de un discurso en contra del machismo, Javat decide convocar un minuto de silencio por las víctimas de esta epidemia. La sensación fue increíble, El Palau estaba lleno y el silencio era reconfortante, pero no duró demasiado, un maleducado, un inconsciente aprovechando ese bonito silencio lo rompió con aclamaciones a Kase O. De este acto aislado no se habló, hubiera sido darle demasiado bombo, mucha atención a alguien que no merecía, desde aquí yo deseo que haya escuchado atentamente todo lo que nuestro artista habló en el concierto, y celebro que haya quedado como un anónimo afectado por su propia brutalidad. Luego vinieron las risas, un espectáculo de beat box a partir de carcajadas muy bien ejecutadas, dedicadas a esta industria musical decadente dormidora de conciencias.
Y cuando parecía que el espectáculo no podía ir a más
Los ánimos iban subiendo mientras avanzaba el concierto, yo había ido con un resfriado para matar caballos pero mi cuerpo quería más y más. Me gusta tanto la pista porque creo que allí el concierto se vive de una manera más pasional, todos desde el suelo danzantes creando una masa que se armoniza al igual las hormonas, surge la adrenalina y se conforma la orgia mística. No tuve el honor de estar en pista como antes expliqué, se me reservo un buen lugar en grada, no me quejaré, además en este concierto sucedió algo que no había visto en otros, en un momento la emoción se desbordó, incluso los de gradas estábamos de pie participando de esa “folle farandole”. Y cuando se creía que no se podía ir a más entran Xhelazz y Sho-Hai, todo era como un volcán en erupción, acabamos embriagados, yo sentí un subidón de energía, pero no física, emocional.
Vale, ya acabo: Eros y Psique
Ibarra no nos oculta sus raras creencias, en ángeles, en demonios, en energías, solo nos pide respeto. Cada uno tiene sus creencias, sus valores, su cultura, sus experiencias etc… Hay muchas cosas que nos diferencian a todos nosotros, nadie de los que compartíamos aire ese día era igual a otro, aun así el maestro nos recalcó que había muchísimas cosas que nos unía. Todos tenemos sentimientos, todos lo hemos pasado mal en algún momento, hemos querido sentir el aliento de otro hermano o hermana, tenemos el poder y la fuerza de empatizar, de darnos cuenta que detrás de cada ser humano hay un niño que tuvo que afrontar el mundo, realidades injustas, que nos encontramos en un mismo barco y somos de la misma tripulación.
Dije en el prólogo que esta sería una crónica bastante personal, y acabará también así. En “El Asno De Oro” una obra clásica de Apuleyo hay un capítulo dedicado a Eros y a Psique, parece ser solo un relato que hace un “break” en la historia, pero detrás de ese cuento hay más. Es una historia de penalidades y amor, de un Eros tremendamente pasional y una Psique desconfiada, si pasamos rápido la historia nos parece ver a lo que nos tiene acostumbrado la mitología, esto es dioses caprichosos que juegan con la fortuna humana, poniendo un poco de zoom logramos captar el simbolismo. Lo que nos viene a contar esa historia es de la profunda atracción mutua que siente el amor o la pasión, simbolizado por Eros, y el raciocinio o entendimiento simbolizado por Psique.
Mi Conclusión
El amor es divino, el entendimiento humano, el uno se ve atraído irremediablemente hacia el otro y es capaz de vencer cualquier obstáculo, porque nosotros solamente podemos comprender las cosas por amor, si no hay amor no hay interés, hay soberbia, hay ego, nacen las malas vibraciones que nos dominan y aplastan nuestra voluntad. Yo estoy en un momento de mi vida bastante difícil y doloroso, me ha servido para la reflexión, para el crecimiento personal. Me he visto en algún momento abatido y palabras como las de Kase O han hecho que vuelva en sí, el darme cuenta que el amor es eso que mantiene todas las cosas en interrelación, que el orgullo y el egoísmo nos corroe por dentro, nos mantiene esclavos a una sociedad psicópata. No nos queda otra que someternos al amor pero a través de la libertad que nos da el entendimiento, que curiosa paradoja. Chicos y chicas seguir el consejo de un sabio de la vida como es Javier Ibarra, cuidar y amar a vuestros padres, sacar un tiempo para vuestros abuelos, apoyar a vuestros amigos cuando lo necesiten, no os perdáis en vosotros, dar amor incluso en lo que os dediquéis, todo sin pedir nada a cambio, la vida os dará lo que merecéis.