Y por fin llegó el día en que tanta pérdida superaría. Primero Toots Hibbert, después el memorial anual a Ángel Loza, luego Daddy U-Roy, del que ni siquiera tuve fuerzas para escribir nada, después aquél grande del dancehall, por no hablar de que casi perdemos a Ashanti Roy por el Covid (un miembro original de The Congos que por suerte está recuperándose)… No podía convertir esto en una web de necrológicas musicales, así que decidí quedarme callado hasta que me volviese a sentir inspirado. Os juro que las rimas me salen solas. Vaya unas semanitas de mazazos musicales.
Así que tuvieron que venir de Valencia a salvarme. No es la primera vez, ni la última. Los valencianos siempre me salvan. ¿Y qué es lo que ha pasado? Que Zoo ha avanzado dos canciones de su nuevo disco a las que han llamado “Llepolíes” que en valenciano quiere decir “Chucherías” y “Avant“, que no voy a molestarme a traducir porque es evidente lo que quiere decir. Otra rima que os regalo.
¿Son temazos? Por supuesto. ¿Voy a analizarlos? Faltaría más. ¿Me voy a meter en un berenjenal por no saber tratar de forma más delicada ciertos asuntos? Es posible. ¿Me importa? Francamente poco. Las canciones lo merecen. A medida que vayáis leyendo lo entenderéis.
Empezaré con el que creo que tiene más tela, que es Llepolíes.
Nada más empezar nos damos cuenta de que para nada es una crítica durísima a la iglesia católica, no hay más que ver a la monja con tacones rojos maquillándose y con un pie encima de uno de los cantantes. El hombre está sometido. Poco después aparece un cura, o un obispo, no tengo ni idea de la pirámide de cargos cristiana, vestido con una sotana llena de triángulos plateados que reflejan la luz, y un anillo con una serpiente. ¿Simbolismos? Ninguno a la vista.
Como decía, no hay simbolismos, así como tampoco lo es el hecho de aparecer otra monja bailando entre manzanas que parecen colocadas medidas al milímetro.
Cuando la canción todavía no llega al minuto, aparece la escena de la última cena, en la que si nos paramos a mirarla con un poco de atención nos damos cuenta de que, en primer lugar, realmente son trece personas, así como quien está en el centro no es Panxo, que vendría a ser la cabeza del grupo, si no que está el otro cantante, Arnau Giménez, que también hace la función de guitarra. No hablemos tampoco del hecho de que tiene una manzana en la mano. Tampoco sé qué es lo que opinaría el Vaticano de que en la mesa haya mujeres, aunque a estas alturas tampoco creo que vaya importarle demasiado lo que puedan opinar al respecto. Otra cosa que podemos ver es que todos los cálices son de plata, mientras que el del centro es dorado, el que vendría a corresponder a Jesús en la obra original.
¿Curas y monjas? ¿Manzanas? ¿La última cena? ¿Colores que representan la tentación por todas partes? Si os soy sincero, no le veo conexiones por ninguna parte.
Seguidamente volvemos a la escena del monje excéntrico y las monjas mientras nos hacen unas caras de vicio tremendas, tremendamente cringe (traducción para boomers, que da mal rollo). También es interesante el darse cuenta de que la monja que está en el centro, que al menos a mí me parece la madre superiora, lleva guantes rojos.
Aparece Panxo en escena cantando, porque hasta el momento había sido protagonista Arnau, para mostrarnos seguidamente una navaja que se esconde en una forma de crucifijo.
La escena del minuto 2:15 del videoclip es un cuadro. Literalmente. Además de ser lo más anticatólicamente católico que he visto en mucho tiempo. De izquierda a derecha nos encontramos con una monja, una chica rubia que yo creo que representa a una virgen, otra chica que también diría que representa a una virgen, el cura a la derecha, y otra monja, y en el centro la madre superiora. En el 2:30 se puede observar mejor la escena.
Una iglesia de vírgenes multirraciales, con la mujer en la posición de poder, y el cura desplazado, una navaja en forma de cruz cristiana, guantes rojos, seguimos viendo manzanas por todas partes, mujeres en la última cena… Qué queréis que os diga, sigo sin ver ninguna conexión entre todos estos factores.
Normal que Panxo tenga esa cara de triquiñuelas durante todo el videoclip.
Quizá soy yo que ya estoy aquí metidísimo dentro de la escena pero diría que el cura/obispo hace unos movimientos muy amanerados, quizá para darnos a entender su orientación sexual, que ¡oh! Sorpresa, es de lo más anticatólico que puede haber.
La canción termina en la última cena, y en los créditos aparece la madre superiora cascándose un pedazo de blunt para flipar (un porro grande liado con hojas de tabaco o cáñamo prensadas). Esta iglesia si que mola. Déjate de la Isla de las tentaciones, aquí ha llegado para consolidarse la Iglesia de las (no tan santas) Tentaciones. La Iglesia de la Santa Apología del Pecado. La Iglesia de todos, para todos. Por dios que me contraten en marketing. Vale, esta última me ha salido sola.
Musicalmente hablando, esto es mucho más elaborado que trabajos anteriores. Muchísimo más. La letra por su parte, pese a que no la voy a analizar tanto como el videoclip porque podéis esucharla vosotros mismos y sacar conclusiones, podríamos decir que así como la imagen, también está lleno de simbolismos, como el mísmo título de la canción, que teniendo en cuenta que las cucherías son para niños… No hace falta que siga. También se mencionan higos (ehem), serpientes y cosas por el estilo.
(…) Jo em menge la figa de la gota de la mel, Eva i Adan i l’edén sencer.
(…) Mil dimonis a la panxa em ballen la dança de l’enyorança del cotompel
(…) Orbite pel teu cos com un cometa, menú complet, amor carnal
(…) Apologia del pecat, el cos és sagrat: fregueu-vos, toqueu-vos, llepeu-vos, ameu-vos.
Si queréis la traducción os la buscáis vosotros que esto se va a ir a más de 1000 palabras y el valenciano no es difícil de entender, que digamos. No me seáis vagos, que os lo estoy dejando ya atado y bien atado, como la transición española.
Así pues, concluimos que esto es un pedazo de tema que para nada es una crítica a la Iglesia Católica y a su impuesta represión sexual que no respetaron nunca. Tienen tantos problemas menores abiertos que podrían (y deberían) ser considerados una organización criminal. Quede claro que me refiero a los miembros de la Iglesia Católica, los que viven del fiel, no a los que creen en dios(es). Cada uno que crea en lo que le de la santa gana, nunca mejor dicho.
Zoo ha creado una obra maestra simbólica y unos cuantos encuadres que podría colgar en mi casa como cuadros perfectamente. Si el resto del disco tiene este nivel, ya podemos prepararnos.
Joder, cómo echaba de menos hacer estas cosas. Parece mentira que odiara hacer comentarios de texto cuando estaba en el instituto.
Publicaré pronto el análisis de “Avant”, y si no, ya lo haré para cuando salga el disco.
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