El pasado 9 de julio dentro del Festival Cruïlla, pudimos gozar de la actuación de los Zaragozanos Amaral. En un viernes caluroso, de principio de julio, ya que con el sol poniéndose, en el escenario principal a las nueve y cuarto de la noche empezó el concierto.
Amaral siguiendo su tónica de espectáculo, apareció con su casco de astronauta para hacernos gozar de sus canciones. El concierto fue un repaso a los grandes éxitos del grupo, abrieron la noche con Señales, seguida de El universo sobre mí y Marta, Sebas, Guille y los demás. Al ser un concierto dentro de un festival con 25.000 asistentes esa noche, la velada fue mágica. Con los primeros acordes de Bien alta la mirada, los coros del público se hicieron sonoros, demostrando que pese a seguir las medidas de seguridad establecidas, tenemos ganas de que la cultura vuelva.
Tampoco faltaron Moriría por vos o Mares igual que tú. Amaral, es un espectáculo que puede catalogarse de caballo ganador. La magia de Aguirre a la guitarra puede describirse de catártica, incluso podemos catalogar de los mejores guitarristas de la historia de nuestro país.
Amaral como siempre quiso agradecer a sus fans su asistencia, ya que como ella misma dijo “sin vosotros esto no sería posible”, también agradeció al publico todo el apoyo que han recibido durante estos pasados y duros meses.
Como no podía ser de otra manera, hubo bis, con el cual nos deleitaron con Kamikaze y Hacia lo salvaje, añadiendo los famosos versos de Rafael Alberti A galopar.
Pese a no ser el único concierto de la noche, Amaral dejó un muy buen sabor de boca. Desde esta redacción y bajo nuestra experiencia, fue un concierto que, pese a que quizás había asistentes del Cruïlla 2021 que no pensaban asistir, el escuchar canciones que ya forman parte de nuestros recuerdos de los principios de los 2000, Amaral no es solo un concierto para gozar de su espectacular música, sino que además, es un buen “throwback” a momento que tenemos guardados en nuestra memoria y con unos pocos acordes resurgen como el ave fénix.
